La sociedad impulsa la verdadera transici??n energ??tica
La transici??n no se limita solo a cambiar las fuentes de energ??a el??ctrica, requiere cambios profundos en los h??bitos de consumo y una comprensi??n integral del desaf??o.
Colombia
Pensar que la transici??n energ??tica depende solo de la instalaci??n de fuentes no convencionales de energ??a renovables a cualquier red el??ctrica, es quedarse solo con una parte de la complejidad que hay en este proceso de transformaci??n.
En ese sentido, la transici??n energ??tica se trata de una revoluci??n cultural que demanda cambios tanto tecnol??gicos como de comportamiento social. Esto, a su vez, implica empezar a concebir la transici??n energ??tica realmente como una filosof??a de transformaci??n de los h??bitos de consumo que se tienen en la cotidianidad y la forma en la que usamos energ??a.
Adem??s, uno de los principales mitos existentes es pensar que hablar de energ??a es solo hablar de electricidad; pues, mientras la electricidad representa aproximadamente un 20-30% del consumo energ??tico mundial, el resto corresponde a la energ??a t??rmica, basada en fuentes f??siles, como petr??leo, gas, entre otras, que son utilizadas en transporte, calefacci??n y procesos industriales.
Esta realidad revela que la transici??n requiere estrategias m??ltiples: desde el ahorro y la eficiencia energ??tica, hasta la electrificaci??n progresiva o la integraci??n de combustibles limpios en sectores tradicionalmente dependientes de combustibles f??siles.
Por ese motivo, el rol protag??nico recae en la sociedad como usuaria de la energ??a y responsable del impulso de la verdadera transici??n energ??tica. La demanda constituye su motor real, ya que, sin cambios conscientes en los patrones de consumo, el desarrollo del sector el??ctrico, incluida la instalaci??n y conexi??n de renovables, resultar?? insuficiente.
La transici??n exige que cada persona modifique sus h??bitos cotidianos, desde la movilidad hasta el consumo responsable, reconociendo que, detr??s de cada acci??n, existe una huella energ??tica.
De esta manera, solo mediante esta conciencia colectiva y acciones individuales simult??neas, la humanidad podr?? enfrentar exitosamente este desaf??o tit??nico, pero necesario, para combatir el cambio clim??tico, del cual ya hoy se viven las consecuencias.